jueves, mayo 08, 2008

Una nueva noche mía
Una vez más la noche me volvió a saturar,
Me atormenta, me arrincona en su oscura y eterna soledad.
Y acá estoy, sin saber que estoy frente a este papel.
Sin poder frenar a mi alma que domina mi eternidad,
En otro instante que mi sueño o mi tristeza se hacen realidad;
Se hacen tinta que no para de sangrar.
Me acuesto con el frío, extraño el calor,
Necesito un abrigo, mezcla de un abrazo y de un amigo.
Miro la bombita… no es la Bush, es la que me da luz.
Apago la energía que la ilumina,
Se enciende la libertad en una lágrima mía.
Se despide del ojo que te veía,
Cae al frío, retumba en el eco de esta nueva noche mía,
Tan parecida a la de ayer,
Tan distinta a la de mañana… si volvés.

jueves, mayo 01, 2008

Fuego hielo
Por qué te pienso, si no te tengo.
Por qué te encuentro, si no te detengo.
Por qué te extraño, si no te abrazo.
Será tu imagen, que me partió.
Será tu sueño, que me quemó.
Será tu luz, me iluminó.
Fue tu fuerza, la que luchó.
Más distante que ninguna,
Tan lejana como la luna.
Que sería de mí sin tu noche,
Qué sería de ti sin mi reproche.
A la luna nueva no la quiero,
Que encienda el sol tu dulce fuego.
Es cierto, tus colores no son calientes,
Pero decime el hielo cómo se siente,
Sino es que quema apenas lo acercas.
Así sos vos si te conectas.
Después es frío, como tu niebla,
Espesa cuando te vas.
Tu extraña y rara indiferencia.
Tu carácter fuerte como el sol,
Destroza el hielo que me cubre hoy.
Tan extraño me siento al ser,
La fría nieve que tus rayos quiere ver.
Es que siendo agua puedo correr,
Y tal vez a tu boca, libre, llegaré,
A apagar tu sed.
Sueños de cartón
Espectros morenos hoy empujan sus sueños,
Carros de cartones son su sustento.
Noches de lluvias, noches de calor,
Ellos sí que saben del dolor.
Lo enfrentan al llegar a sus nidos de madera,
Donde bocas hambrientas los esperan.
Cabecitas negras para el resto,
Que ilusas esperan una oportunidad.
Felices sin nada, ignoran los pasos de la sociedad.
Lloran sin nada, comprueban el desprecio de la sociedad.
Pero las águilas negras ahí están,
Noche tras noche, rapiñando su cartón,
Ese que alguna moneda les dará,
Y algunas bocas alimentarán.
Sin embargo, sigilosas esperan la oportunidad,
De a su presa favorita poder atrapar.
Las serpientes del poder en sus garras caerán,
Y al gran banquete, todos invitados estarán.