miércoles, agosto 30, 2006

Viejo amigo
En un mundo donde todo está controlado,
Predomina el descontrol.
Lugares plagados de inmundicias
Me canso de atravesar.
Ayudado por muy pocos amigos
Que alivianan mí andar.
Mi mente entra en un colapso,
Ya no entiendo la realidad
Sigo persiguiendo a mi sueño
Y no quiero despertar.
Cada vez está más lejos
No lo logro alcanzar,
Me desvivo en mil intentos
Y esa mano negra me vuelve a frenar.
Mi combativo espíritu,
Alimentándose está,
De tus ganas, viejo amigo,
No me vayas a dejar.

lunes, agosto 28, 2006

De pronto algo detonó…
Esa misma luz que alguna vez nos dio alegría,
Encendía una seguidilla de destellos.
Algo enrarecido nos caía encima,
La luz se apagó y ya no te tuve cerca.
Miles de gritos rebotaban en las puertas
Esas que por nada se abrirían.
La corrupción soplaba,
Su humo nos ahogaba.
Alguien encontró una salida,
Era pequeña, no nos servía.
Calor afuera, infierno adentro.
Si la muerte se viste de negro,
Ya la había aspirado,
La tenía dentro de mi cuerpo.
Idiotas, intentamos abrir una puerta
La que algún asesino estableció
Que se abra para adentro
Los corruptos reían, contaban billetes,
Nosotros llorábamos, las fuerzas se iban.
Algún solidario entro a rescatarnos
La trampa de humo se burló de él.
El humo nos estranguló,
Se aferró a nuestras gargantas,
Nuestros pulmones bloqueó.
Ya nada había por hacer,
Mi alma Callejera, sin cuerpo quedó.
El rincón
Quizás nadie supo valorar mi amor.
Una horrenda y fría cárcel apareció.
El dolor a mi corazón encerró.
Fue aquél quien de mí se burló,
Y la llave a algún lado arrojó.
Un viejo sabio contó,
Que en el lugar donde cayera la llave
Justo ahí estaría mi salvación.
No sé si mi corazón te llamó
¿Lo escuchaste? Pues ahí estabas vos.
Pero esta historia ahí no terminó,
Porque la llave en algo te tentó.
La apoyaste en tu corazón,
Y desde ahí él te guió.
Hasta mi rincón te acompañó
Yacía inmóvil, sin ilusión.
Pese a no tener ninguna instrucción,
Tu mano la llave tomó,
Con lágrimas en los ojos, la llevaste a mi corazón
Que en marcha se puso hoy,
Movido por una gran ilusión,
Amarte siempre y en todo rincón.
Tu Dios, mí Dios
Soy tu Dios, eso me hacés sentir
El más poderoso de todos.
Me ofreces tu vida y yo como un tonto
Juego con ella, lo hago a mi antojo.
Tus sentimientos se arrodillan ante los míos
Me suplican migajas, de un amor que no entiendo
Quizás por eso me entretengo con vos.
Devota de mí eres, fanática de mis pecados
Adoras mis sermones, esos que te hieren.
Tu sangre se entrega a la mía
Compras mis discursos de un mañana menos frío,
En el que tu corazón por fin sienta abrigo.
Fiel pastora todos mis días,
Reclutas más fieles a mis filas,
Pero tu cruz se hace mía,
Y llegará el día en que sonrías,
Tu venganza clavará mi vida,
A una dura cruz, que hoy nadie mira.
Un infierno celestial es lo que me queda,
Donde mi verdad se hace mentira,
Donde tu mirada hoy me lastima.
Siento
Siento tus ojos siguiendo mis pasos,
Siento tu olfato oliendo mi aroma,
Siento tus labios, húmedos, rozando mi cuello,
Siento tu mano, que tímida, asoma de mi espalda.
Me doy vuelta y no te veo,
Te grito y no te encuentro,
Te corro y no te detengo,
Te abrazo y no te siento
Pues solo eres viento.
Loco voy por mis calles,
Buscándote, amándote, sintiéndote.
Que injusta la vida,
Ya no te tengo, ya no eres mía,
Un alma perversa te ha soplado la vida,
Te arrancó de la mía,
Aquella noche, en aquella esquina.