Simple complejidad
Puede ser tan simple,
Puede ser tan complejo…
Tan simple como un payaso al hacer reír,
Tan complejo como el payaso que,
Se sienta como se sienta, debe sonreír.
Tan simple como ver un anochecer,
Tan complejo como explicar que el sol va a “caer”.
Simple como tu mirada,
Complejo como la mía, sin la tuya, abandonada.
Simple como tus labios al besarme,
Complejo explicar lo que siento al abrazarte.
Tan simple como amarte,
Tan complejo como no encontrarte.
Simple como entender que te fuiste,
Complejo comprender por qué no viniste…
Así es la simple complejidad de tener que vivir,
Y no saber sin ti existir.

Entendiste de qué hablaba
Como la gota que recorre el vaso y deja una huella en él,
Como el paso de algún caballo sobre el barro aquél,
Como tu cuerpo al quemarme,
Como tu sueño al hablarme,
Mis ojos heridos de pasión,
Hoy no buscan la razón.
Quizás esquivaste mi mirada,
Sin embargo, entendiste de qué hablaba.
Tu espíritu en él me ofreció refugio,
Lo puso al resguardo del mal oscuro.
Hoy entiendo lo que aquél viejo me contaba,
Al decirme que el camino del corazón cruzaba.
El mío está con piedras, cardos y en trepada,
Pero voy con la esperanza,
De que tu corazón entendió que a él le hablaba.

Lo eterno de lo efímero
¿Qué determina el momento de empezar a sentir?
¿Dónde está escrito el instante para querer?
Pobre de aquel que quiera así vivir,
Toda su existencia detrás de eso va a perder.
Lo más triste, mintió al querer sentir,
Se le fue la vida sin saber querer;
Mas aún, nunca llegó a amar,
En los tiempos de lo establecido hubo de fiar.
Jamás confío de lo que a primera mano dictó el corazón,
Y por ese amor nunca se la jugó.
Es efímera la vida,
Se nos va sin decir adiós.
Es eterno lo que daría,
Por recibir sólo tu amor.

Relámpago
Llegaste desde el cielo,
Donde está lo divino.
Del cruce de dos grises y opacas nubes,
Aunque resulte increíble,
De ahí saliste: brillante, radiante…
Tu luz enceguece,
A todo aquel que se atreva a verte.
Más rápido que una flecha,
Te has clavado en mi corazón;
Ahí sentí todo tu calor.
Relámpago fortuito,
Diste en el blanco,
De un alma que vagaba,
Sin rumbo alguno,
Por un gris desierto,
Vacío de sentimientos.
Vibre cuando explotaste,
Grite cuando me quemaste,
Viví cuando me iluminaste,
Sentí cuando me transitaste.
Ahora camino y no paso desapercibido,
Aquellos me miran y se asombran.
La marca que en mi pecho has dejado,
Creo que nada la borra.

Torpe profeta
Una cruz hoy me ha de alumbrar,
Cristiana negligencia que no tiene por igual.
Aquel hombre la cargó,
Y bien humano la padeció.
Quería un mundo mejor,
Lejos, muy lejos del que hoy predicas vos.
A un cruel martirio se tuvo que someter,
Para que al oro hoy venerés.
Entra a “su casa”, “tu casa”, y un frío mármol encuentras hoy,
Al que le siguen suplicando un mañana mejor.
Que triste es tu realidad,
Cuan lejos de Jesús estás.
Un hombre que luchó,
Al que la sangre poco le importó,
Buscando un mundo mejor,
Distinto al que ves hoy.
Buscando la protección,
Del pobre que sufre hoy,
Cuyo estómago no para de rugir,
Soñando con algo que ingerir.

Descalzo de amor
La fría noche anunciaba su llegada
Cuando abrazaba sus pies descalzos.
El vaivén de la puerta lo esperaba,
Pero no le ofrecía nada.
Los cartones que en sus manos están,
A cambio de unas monedas los dará.
Escritos con frases de amor,
Esas que él jamás oyó.
Cretina indiferencia, cristiana,
Que ha olvidado su origen,
De sabios de pies descalzos
Y mucho amor por brindar,
Ese que hoy es entendido,
Con mucho oro en un altar.
La miseria humana jamás entenderá
Que descalzo has de llegar,
Y descalzo te irás.

Mi gran estrella
Con tu simpleza e inocencia,
Me engolosinaste de tu dulzura,
Me enredaste en tu locura.
Errante camino por mis calles,
Sin reparar en detalles.
Mi vida tiene contrastes
Porque a todos los opacaste.
Gobernás mi sistema solar,
Yo soy la tierra, vos la gran estrella.
Estás cerca y tu brillo hace que sea día
Estás lejos y sufro en la noche más fría.
Tu furia empuja las nubes más oscuras,
Que con sus lluvias me empapan la vida,
La llenan de ilusión y fantasía.

Sentimientos
¿A dónde van los sentimientos
después de aquel frío adiós?
¿A dónde es que huyen
después de recibir ese golpe letal
provocado por esa despedida?
Huyen al mar de alcoholes
Donde logran sentirse seguros.
Vacío quedás, como esa botella amiga
Que intentó ayudarte a olvidar.
Vano esfuerzo por borrar la memoria,
Esa que quedará nutrida de recuerdos
Esa que no dudara en atacarte desde tu interior.
Auto sabotaje inconsciente cargado de fantasías,
De historia de princesas, de castillos,
De estrellas compradas y el cielo ganado.
¿Cómo vuelven esos sentimientos?
¿En busca de qué?
Moribundos regresan, embebidos en alcohol,
Cargados de odio, frustraciones y llanto.
Por momentos buscarán vengarse,
Sólo cuando recuerden.
Seguro volverán a enamorarse
Cuando aparezcas tú,
Figura y alma tentadora
De los pecados más primitivos,
Esos que están cargados de impulsos sin razón.
El único alimento de los sentimientos.

Hijos del pueblo

Sueños de comenzar la vida,

Se mezclan con ideas de terminarla.

Frente al ángel negro, timorato estás,

Ya que sin dudas, ese no es tu lugar.

Sonidos de rocanroles prohibidos viven en tu mente,

Vagos recuerdos de la adolescencia

Que todavía no terminó,

Pero ahora se nutre de estruendos.

Fríos despertares sacudidos por bombas,

Te hacen extrañar a tu mamá,

Que no te olvida y no para de llorar.

Anuncios de victoria, ¡Las recuperamos!, ¡Son nuestras!

El pueblo festeja endulzado por esa asquerosa miel,

Propia de los tiranos que robaron el poder.

Maquinas diabólicas que no paran de matar,

Mandan al frente a los hijos del país,

Escudos humanos que se esfuman llenos de sueños.

Mentiras se convierten a verdades,

Verdades se transforman en mentiras.

Un crucero con más de trescientos sueños,

Desaparece en el oscuro mar,

Que se tiñe de rojo, fuera del área de exclusión.

Enemigos en el frente, enemigos por detrás,

Enemigos que gobiernan, todos quieren matar.

Vos tan joven, lleno de vida,

Con el amor dejado en aquel puerto,

No querés disparar, flores preferirías dar.

El amor a la patria se hace tripa y corazón,

Con un grito de furia avanzás,

Y el arma enemiga te logra parar.

Tumbado quedaste en el frío piso argentino,

El mismo al que no podemos regresar,

Mentiras se convierten a verdades,

Verdades se transforman en mentiras.

Mi naturaleza
En mi naturaleza de hombre está pecar,
Lo siento así, porque no puedo dejar de amar,
Y tarde o temprano a alguien voy a lastimar.
En mi naturaleza de hombre está sentir,
Porque gracias a vos mi corazón no deja de latir.
No puedo dejar de soñar,
Por eso siempre voy a llorar.
Pero algo se enciende en mí, que me hace luchar.
Tiene nombre y silueta, me hace cantar.
No tiene nombre ni silueta, me hace buscar.
Gracias a vos no dejé de soñar,
Mis ideales voy a mostrar,
Y por ellos hasta el último aliento, ese que vos me das,
Nunca, nunca… dejaré de luchar.

¿Amar es pecar?
Como un chiquilín enamorado,
Ese que no entiende de razones,
Corro queriendo estar a tu lado,
Ya que así lo dictan nuestros corazones.
Quisiera adelantar las horas del celoso reloj,
Para poder hablarte ahora y no desesperar tanto.
Nos llaman pecadores, dicen que lo nuestro es prohibido;
Pecadores ellos que besan sin sentirlo,
Que abrazan sin calor en sus cuerpos,
Que lloran por dinero y nunca por sentimiento.
Quiero salir de esta cárcel que me oprime,
Hacer lo que realmente mi corazón dice.
Quisiera estar absuelto de mi condena,
Y ver que amar así vale la pena.
El te tiene a vos y yo te deseo,
Ella me tiene y tú me deseas.
Seguro que en la vida nos equivocamos,
Pero debemos sortear el obstáculo.
Pensando en vos mi corazón se enmascara,
Lucharía a capa y espada por su amada.
Dicen que el infierno merecemos,
Que seguro arderemos en llamas,
No saben que ya lo estamos haciendo,
Que ya nuestro amor, acá en la Tierra,
Vive envuelto en llamas…

Sobre rieles, la pobreza
En cartones con collage de colores,
Viajan sus esperanzas.
Cargados con el amor hecho frases,
Las que nunca a sus oídos endulzarán.
Les cuesta conseguir una moneda,
La más baja, como nuestra miseria.
Les cuesta entregar sus monedas,
Los mira mal el viejo que los espera.
La pobreza sobre rieles va marchando,
Y nunca un cambio de vías,
El concesionario nos está matando.
Queman sueños al ritmo de estaciones.
Privatizadas sus vidas están,
Aunque quizás, nunca cuenta se darán.
Acciones se barajan en la bolsa,
Ilusiones se inhalan de una bolsa,
Pero no salen de una baldosa.
El tren su marcha paró,
Al mismo tiempo, su panza de hambre gritó,
Y el mundo que a su lado giró,
Con indiferencia esta noche se acostó.

¿Dónde estás que desespero?
Afuera la lluvia golpea al suelo
Al ritmo que mi corazón lo hace con mi pecho,
Con solo sentir tu nombre.
Las gotas descienden por la ventana,
Al igual que mis esperanzas bajan,
Ya que las agujas en el reloj avanzan,
Y yo no veo a mi mujer soñada.
Etérea figura, real locura
La que mi corazón busca
Desespero al no ver donde estás,
Al no saber con quien te encuentras.
Sé que tu felicidad es igual a la mía,
La encuentras en un sueño de la vida,
Esa que por momentos me es esquiva,
Sobre todo cuando no veo tu sonrisa;
Es tan poderosa que me guía,
A dibujar en mi triste rostro la mía.
Envejezco más de lo pensado,
Cada segundo es como un año.
Si tú no apareces,
Mi corazón se desvanece.
¡Apúrate! ya que no se cuanto podré aguantar,
Sin contemplar a la diosa que me enseñó a amar.

En un minuto
En un segundo, un llanto puede anunciar
que una vida llega, o que una se va.
En un segundo tu corazón puede latir tan fuerte
como no lo había hecho jamás.
En un segundo todo tu cielo se puede nublar
y muy, muy solo te sentirás.
En un segundo miles de "hormigas" tu cuerpo pueden caminar
provocando una sensación difícil de olvidar.
En un segundo un sueño crearás,
En otro segundo se desvanecerá.
En un segundo puede explotar un flash
y así tu cuerpo podré fotografiar
para no olvidarte jamás.
En un segundo ese sol que nunca esperabas aparecerá,
solo debes estar atento y dejarte iluminar.
En un segundo tu vida podrá cambiar.
Imaginate todo lo que en un minuto puede pasar
desde Avenida de Mayo hasta Diagonal...

Destino
¿Cómo engañar al destino?,
¿Para qué intentar engañarlo?,
Si el siempre logra burlarnos.
Eterna obsesión de saber lo que vendrá
Estúpida paranoia de pensar que hice mal
Y saber si lo modificará.
Muerte, vida, gloria y fracasos viven en él,
Son todas sus manifestaciones.
Vidas ajustadas a su eterno antojo,
A su infinita trampa.
Libres aquellos fuertes de alma,
Incrédulos de previsiones.
Viven libres, acusando el mandato
De su guerrero corazón,
Que poco entiende de razones
Y mucho de amor.

Viejo amigo
En un mundo donde todo está controlado,
Predomina el descontrol.
Lugares plagados de inmundicias
Me canso de atravesar.
Ayudado por muy pocos amigos
Que alivianan mí andar.
Mi mente entra en un colapso,
Ya no entiendo la realidad
Sigo persiguiendo a mi sueño
Y no quiero despertar.
Cada vez está más lejos
No lo logro alcanzar,
Me desvivo en mil intentos
Y esa mano negra me vuelve a frenar.
Mi combativo espíritu,
Alimentándose está,
De tus ganas, viejo amigo,
No me vayas a dejar.

De pronto algo detonó…
Esa misma luz que alguna vez nos dio alegría,
Encendía una seguidilla de destellos.
Algo enrarecido nos caía encima,
La luz se apagó y ya no te tuve cerca.
Miles de gritos rebotaban en las puertas
Esas que por nada se abrirían.
La corrupción soplaba,
Su humo nos ahogaba.
Alguien encontró una salida,
Era pequeña, no nos servía.
Calor afuera, infierno adentro.
Si la muerte se viste de negro,
Ya la había aspirado,
La tenía dentro de mi cuerpo.
Idiotas, intentamos abrir una puerta
La que algún asesino estableció
Que se abra para adentro
Los corruptos reían, contaban billetes,
Nosotros llorábamos, las fuerzas se iban.
Algún solidario entro a rescatarnos
La trampa de humo se burló de él.
El humo nos estranguló,
Se aferró a nuestras gargantas,
Nuestros pulmones bloqueó.
Ya nada había por hacer,
Mi alma Callejera, sin cuerpo quedó.

El rincón
Quizás nadie supo valorar mi amor.
Una horrenda y fría cárcel apareció.
El dolor a mi corazón encerró.
Fue aquél quien de mí se burló,
Y la llave a algún lado arrojó.
Un viejo sabio contó,
Que en el lugar donde cayera la llave
Justo ahí estaría mi salvación.
No sé si mi corazón te llamó
¿Lo escuchaste? Pues ahí estabas vos.
Pero esta historia ahí no terminó,
Porque la llave en algo te tentó.
La apoyaste en tu corazón,
Y desde ahí él te guió.
Hasta mi rincón te acompañó
Yacía inmóvil, sin ilusión.
Pese a no tener ninguna instrucción,
Tu mano la llave tomó,
Con lágrimas en los ojos, la llevaste a mi corazón
Que en marcha se puso hoy,
Movido por una gran ilusión,
Amarte siempre y en todo rincón.

Tu Dios, mí Dios
Soy tu Dios, eso me hacés sentir
El más poderoso de todos.
Me ofreces tu vida y yo como un tonto
Juego con ella, lo hago a mi antojo.
Tus sentimientos se arrodillan ante los míos
Me suplican migajas, de un amor que no entiendo
Quizás por eso me entretengo con vos.
Devota de mí eres, fanática de mis pecados
Adoras mis sermones, esos que te hieren.
Tu sangre se entrega a la mía
Compras mis discursos de un mañana menos frío,
En el que tu corazón por fin sienta abrigo.
Fiel pastora todos mis días,
Reclutas más fieles a mis filas,
Pero tu cruz se hace mía,
Y llegará el día en que sonrías,
Tu venganza clavará mi vida,
A una dura cruz, que hoy nadie mira.
Un infierno celestial es lo que me queda,
Donde mi verdad se hace mentira,
Donde tu mirada hoy me lastima.

Siento
Siento tus ojos siguiendo mis pasos,
Siento tu olfato oliendo mi aroma,
Siento tus labios, húmedos, rozando mi cuello,
Siento tu mano, que tímida, asoma de mi espalda.
Me doy vuelta y no te veo,
Te grito y no te encuentro,
Te corro y no te detengo,
Te abrazo y no te siento
Pues solo eres viento.
Loco voy por mis calles,
Buscándote, amándote, sintiéndote.
Que injusta la vida,
Ya no te tengo, ya no eres mía,
Un alma perversa te ha soplado la vida,
Te arrancó de la mía,
Aquella noche, en aquella esquina.