sábado, septiembre 02, 2006

Destino
¿Cómo engañar al destino?,
¿Para qué intentar engañarlo?,
Si el siempre logra burlarnos.
Eterna obsesión de saber lo que vendrá
Estúpida paranoia de pensar que hice mal
Y saber si lo modificará.
Muerte, vida, gloria y fracasos viven en él,
Son todas sus manifestaciones.
Vidas ajustadas a su eterno antojo,
A su infinita trampa.
Libres aquellos fuertes de alma,
Incrédulos de previsiones.
Viven libres, acusando el mandato
De su guerrero corazón,
Que poco entiende de razones
Y mucho de amor.

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