Destino
¿Cómo engañar al destino?,
¿Para qué intentar engañarlo?,
Si el siempre logra burlarnos.
Eterna obsesión de saber lo que vendrá
Estúpida paranoia de pensar que hice mal
Y saber si lo modificará.
Muerte, vida, gloria y fracasos viven en él,
Son todas sus manifestaciones.
Vidas ajustadas a su eterno antojo,
A su infinita trampa.
Libres aquellos fuertes de alma,
Incrédulos de previsiones.
Viven libres, acusando el mandato
De su guerrero corazón,
Que poco entiende de razones
Y mucho de amor.
sábado, septiembre 02, 2006
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