martes, marzo 11, 2008

Eterna condena
Gira, el todo gira sin que le importe nada.
Nadie hace algo para intentar detener lo inevitable.
Suelas se gastan al ritmo de palabras,
Manos se entrelazan, dedos se abrazan.
Se cortan tallos tras una sonrisa, ¿habrá esperanza?
En su juicio, la vida me condenó;
Me dio a la noche, que en su oscuridad me alberga, pero sin sueños.
Me entregó al día, y a vivirlo completo, despierto.
A todo eso le sacó tu amor.
Pensé nada importa, me mentí con un “ya no siento”.
Alguien me dijo alguna vez “nada es eterno".
Se olvidó del sentimiento, no conoció tu amor, no sufrió mi condena.

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